Por
Adital
Adital
La
Comisión de Libertad de Prensa de la Asociación de
Periodistas de Guatemala (APG) manifestó su condena y
repudio por la captura y secuestro de cuatro
periodistas y exigió al gobierno su inmediata
intervención para la liberación de los reporteros
que permanecen como rehenes desde el día 26, en el
departamento de Huehuetenango.
Los periodistas fueron secuestrados por ex miembros de
las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) quienes
exigen el pago de una indemnización estimada en Q
2.620.800 ofrecida por el presidente Alfonso Portillo
hace un año.
La entidad defensora de la libertad de prensa en
Guatemala emplazó públicamente al presidente de la
República, Alfonso Portillo, y a la Fiscalía
Especial de delitos Contra Periodistas para que los
reporteros sean liberados inmediatamente y que se
ponga un alto a los actos de violencia registrados en
contra del gremio periodístico guatemalteco.
Ante el peligro que corre la vida de los reporteros
capturados, la Comisión hizo un llamado a la
comunidad internacional a que demande al gobierno el
respeto de las garantías constitucionales,
especialmente en lo referente a la libertad de prensa,
así como la solidaridad del gremio periodístico
nacional e internacional.
Patrulleros civiles secuestraron a los periodistas
Fredy López, Emerson Díaz, Alberto Ramírez y Mario
Linarias, reporteros y fotógrafos del matutino Prensa
Libre, así como a los funcionarios de la Procuraduría
de los Derechos Humanos, Henry Hernández y Thelma
Schaub, quienes en un descuido de los paramilitares
lograron escapar por la montaña, según algunas
versiones.
Entidades y la prensa piden
liberación de periodistas
El Relator Especial para la Libertad de Expresión de
la Organización de los Estados Americanos (OEA),
Eduardo Bertoni, pidió a las autoridades
guatemaltecas para tomaren todas las acciones
necesarias para garantizar el respeto a la vida y la
integridad de los cuatro periodistas que permanecen
secuestrados.
En el presente año, los periodistas de este país han
sido objeto de repetidas amenazas y agresiones por el
único motivo de cumplir con su deber de informar a la
sociedad guatemalteca, señaló Bertoni al reiterar su
profunda preocupación por los hechos recurrentes de
violencia en Guatemala, en contra de la prensa.
Recientemente una comisión del Comité de Protección
de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York,
concluyó que Guatemala se ha convertido en uno de los
países del continente más peligroso para el
ejercicio del periodismo.
Por su parte decenas de periodistas locales e
internacionales también exigieron a las autoridades
gubernamentales que tomen acciones urgentes para la
liberación de los reporteros. La solidaridad entre el
grupo periodístico se hizo notar de nuevo, cuando al
menos 50 reporteros se presentaron a la Casa
Presidencial, en donde llevaron a cabo un plantón,
como medida de presión para encontrar una solución
inmediata a la situación de los retenidos.
La Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum, en
comunicado de prensa, afirmó que "el secuestro
de cuatro periodistas y un empleado público, a manos
de las tenebrosas Patrullas de Autodefensa Civil
(PAC), vinculadas a graves violaciones a los derechos
humanos durante la década de los años 80 del siglo
pasado, pone de manifiesto la crítica situación por
la que atraviesa Guatemala y los riesgos que implica
el ejercicio del periodismo, en medio de una coyuntura
como la mencionada".
Según afirmó Rigoberta, este rapto ha sido
facilitado, como en muchos otros casos, por el
gobierno del Frente Republicano Guatemalteco, el cual,
de modo irresponsable, reconstituyó a las PAC, les
dio nueva vida y ahora es incapaz de controlarlas.
Minugua
ofrece ayuda
La Misión de Verificación de las Naciones Unidas en
Guatemala (Minugua) ofreció hoy sus oficios para
lograr la liberación de los cuatro periodistas
quienes viajaron a la comunidad de La Libertad para
cubrir un evento electoral y fueron secuestrados.
Seda Pumpyanskaya, portavoz de Minugua, informó de
que aún no cuenta con datos sobre las negociaciones.
"Obviamente, la reacción de Minugua es un
rechazo muy fuerte a este acto brutal, sobre todo en
el sentido de que las víctimas, los rehenes, son
personas totalmente ajenas a cualquier posibilidad de
decisión o de pago de los ex patrulleros. También
estamos esperando y ofreciendo nuestros buenos oficios
para que esta situación se resuelva pacíficamente
tal como debería de ser", dijo la funcionaria.
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